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Pocos aceites se extraen de maneras tan fáciles como este.  Se hace cocinando la pulpa, o exprimiendo las cáscaras o colando los aguacates deshidratados al horno. Resumiendo la primera técnica, licúa la pulpa de varios aguacates, calienta a fuego medio hasta que se oscurezca y notes que el aceite sube y fíltralo con una tela.

Este es uno de los aceites más sanos que hay, de sabor más suave y el que mejor respuesta al calor (su punto de humo, la temperatura a la cual desprende humo el aceite) es la más alta de todos: 250 °C (grados centígrados).

Para hacernos una idea de las temperaturas a las que se somete el aceite en los diferentes métodos de cocina:

  • Freír al sartén o saltear (sauté) al fuego de la estufa: 120 °C
  • Freír (con aceite sólamente, como al hacer patacones: 160 – 180 °C
  • Hornear: 180 °C

Nota: El agua hierve entre los 95 y los 100 °C (los grados varían, dependiendo de la altura a la que vivas)