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Cuando cultivábamos cebada, después de recoger el grano se segaba el tamo y esta paja seca se usaba en cuevas, revuelta con boñiga, para producir estos maravillosos hongos que se llaman champiñones.  Son espectacularmente prolíficos y deben cosecharse todos los días.  Hay en el mundo verdaderas autopistas de estas cuevas, de kilómetros de largo, con miles de cajones en donde se producen toneladas de champiñones diariamente. 

Los champiñones son nutritivos, pero no deben comerse crudos.   Se limpian con un cepillo sólamente, pero no se lavan.   esta es una receta muy simple y deliciosa.

Ingredientes:

  • champiñones enteros
  • ghee
  • aceite de oliva
  • sal marina

Preparación:

Separa los troncos de las copas y dóralos en poco aceite o ghee, primero por la parte curva y luego dándoles la vuelta (de ese modo, el líquido que sueltan caerá).  Agrega sal y sírvelos.