El cacao, en su estado natural, contiene muchos antioxidantes, cuyas propiedades se deterioran de la cosecha a la fábrica donde se hace el producto final. Por su parte, el cacao en polvo que uno compra en la tienda muchas veces no tiene ni mitad de cacao: el resto es aditivos y azúcar. Un chocolate amargo de 100% a 70% de cacao es un alimento saludable.
Si lo consigues, trata de comprar cacao y no cocoa. El cacao es producto del fruto natural, sin tostar. La cocoa (en barra, trozos o polvo) es un cacao tostado a una temperatura muy alta, y esta tostión hace que pierda muchos de sus antioxidantes y nutrientes saludables, aunque siga siendo de alimento.
Nadie que tome chocolate caliente debería dejarlo. Dicho esto, el azúcar y la leche que contienen casi todos los chocolates y polvos de cacao comerciales no deberían entrar en nuestra cocina. Un chocolate saludable sería uno hecho con leche vegetal (o agua) y endulzado con miel de abejas, melaza o estevia. Si ya tienes tu bebida de cacao favorita, deberás experimentar hasta encontrarle el gusto a esta nueva versión.
Ingredientes:
- 1 taza de leche de coco
- 1 pastilla de chocolate amargo (Luker, por ejemplo)
- Endulzante (estevia, xylitol, eritritol, miel o panela)
Preparación:
Calienta los ingredientes (menos el endulzante) y disuelve el chocolate. Hiérvelo 3 veces y disfruta. Agrega tu endulzante preferido. Recuerda que en algunas dietas debes evitar la miel y la panela.